Esta fue mi prima experiencia en la sala Nezahualcóyotl, nunca antes había escuchado una orquesta en vivo, me parecía algo demasiado aburrido, pero el día que escuche tocar al pianista ruso, me quede anonadada, sin palabras, jamás mis oídos habían escuchado algo tan maravilloso.
Fue gran placer estar sentada en esa butaca escuchando cada nota que salia de ese piano, y lo que más me maravillo, fue que el pianista tocaba sin partituras, sus notas desprendían algo que no permitía desprender la mirada de la rapidez de sus dedos.
Si tuviera la oportunidad de volver a verlo no la desperdiciaría, es algo que no se ve todos los días.
Qué bueno que te haya gustado la orquesta filarmónica de la UNAM es importante que eduquen su oído para apreciar buena música
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